Ella era siempre la acompañante, nunca la novia...
La joven viuda lady Annis Wycherley estaba ya acostumbrada a ser la acompañante de todas las damas de la alta sociedad, por lo que jamás se veía envuelta en ningún escándalo. Los romances estaban completamente fuera de su alcance, especialmente con alguien como el apuesto lord Adam Ashwick.
Adam sabía que intentar seducir a la acompañante de su hija era una locura, pues cualquier avance por su parte arruinaría la reputación de lady Wycherley. Pero se veía incapaz de controlar el deseo implacable que aquella mujer había despertado en él. Y antes de que pudiera darse cuenta, aquel seductor nato se encontraba de rodillas implorando a la testaruda Annis que se convirtiera en su acompañante...