Ana, católica y ama de su casa. Su vida dio un giro por el que se vio obligada a apartarse de todo lo anteriormente vivido. Convirtió su claridad en oscuridad y todo empezó con una mirada. Nos encontramos en la línea de cuando un corazón vacío pasa por lugares que muy bien pueden ser tenebrosos; al ser frágil por su debilidad de no haberse llenado de lo que necesita, puede llegar a vivir una vida salpicada por incertidumbre, dudas y confusión. Y cuando Ana cierra los ojos, quiere viajar. Pero cuando los abre está en el mismo lugar. Julián tiene la habilidad de que una vez ha entrado en el corazón de Ana, siempre la perseguirá. Es una lectura que te inundará de preguntas y cuando lo leas hallarás las respuestas.