Partiendo de un enfoque histórico de los problemas económicos, la autora aborda el funcionamiento interno de las sociedades industrializadas y describe fenómenos tan característicos como la mercantilización de las relaciones humanas, el fetichismo de la mercancía y el sorprendente peso de la denominada economía informal tanto en el hogar como en mercados paralelos. Destaca, en particular, su lúcido análisis del control de los medios de producción en Cataluña: la tierra a través del derecho de sucesiones y la fuerza laboral canalizada a través del incipiente nacionalismo decimonónico. Se trata, en suma, de una obra clave en el campo de la antropología económica que interesará no sólo al alumno o al estudioso sino también al lector preocupado por las mutaciones económicas de nuestra época.