Y luego el pequeño tigre también quería una gorra de piloto
de carreras con una hebilla. Y una lámpara roja para ponerla encima de la cama y unas botas de esquimal.
Y encargamos unos trajes de verano muy elegantes
dijo el pequeño oso y nos vamos al baile de los cazadores. ¡Nos lanzamos a la pista y bailamos un tango marchoso!
¡Ay, sí, tigre, qué maravilla!
¡Venga! dijo el pequeño tigre. ¡Vamos a buscar un tesoro!.