Los poemas salen de las experiencias vividas, las sensaciones percibidas, de los sentimientos surgidos... Una visión, una sensación, unas palabras, una música son las que inducen a expresar algo de manera poética intentando agarrarlo, sujetarlo, plasmarlo en unas palabras escritas con una disposición determinada con el fin de que no escapen en el olvido y, al leerlas, volver a ver, sentir, oír aquello que te conmovió en un momento determinado. La belleza de un paisaje, el sonido de una pieza musical, el sentimiento confortante de una tarde de lluvia y frío en casa, la mirada de un niño, la caricia recibida, el cariño percibido, el temor de una tormenta, el desconsuelo de un refugiado, el horror de una guerra, el pavor a lo desconocido. La inseguridad. El sentido de la vida y de la muerte. El miedo, la alegría y el contento. La sensación de felicidad... Son parte integrante de la poesía.