PRÓLOGO La obra que el lector tiene en sus manos constituye un magnífico exponente de lo que debe ser un libro de Historia. Conocí a su autor a finales de los años ochenta del siglo pasado, cuando ya mostraba una serie de cualidades que acabarían cristalizando en un brillante investigador. Desde un principio, José Luis mostró un gran interés por la historia social del derecho y de las instituciones, algo que ?dicho sea de paso- no solía ser muy frecuente entre quienes cursaban la carrera de Historia; tras una brillante tesis de licenciatura de más de 300 páginas, esto es, las que hoy en día tiene una tesis doctoral, me propuso arrostrar un desafío mayor, estudiar las características y singladura de la institución real que atendía a los asuntos de justicia, gobierno y policía en la corte de Madrid, cuyo edificio, también conocido como Cárcel de Corte, alberga hoy en día la sede del ministerio de Asuntos Exteriores: el palacio de Santa Cruz.