Este libro comunica una experiencia educativa con adolescentes en riesgo, situación que viven tanto en el ámbito desestructurado de sus familias, como en el mundo desgarrado de la calle. La educación en estas coordenadas es un reto para el adolescente, que reniega de su propia condición de educando, y también para el educador, que se las tiene que apañar para «vender la moto» de la pretendida educación de forma atractiva, con mucha creatividad y armado de una paciencia infinita.