Todo es diferente. Una extraña catástrofe ha sumergido al planeta en una nueva era. La convivencia requiere de otros valores y la lealtad, la responsabilidad y la decencia se resquebrajan. Tan inapelables son las nuevas condiciones de vida, como las dificultades que los supervivientes encuentran en la relación con sus semejantes, cómplices y enemigos al mismo tiempo en la comisión de múltiples errores. La nostalgia de lo perdido, la dignidad, la esperanza y el amor, son los materiales de estas historias en las que, la desolación del paisaje, constituye una metáfora del desamparo del ser y representa el campo de batalla sobre el que habrá de jugarse su destino.