Argumento de Adiós Vaticano, Adiós
Encuadernación: Rústica.
Una vez leído este libro te invito a realizar un viaje imaginativo, fantástico y sorprendente por sus elucubraciones. Supongamos que Jesús de Nazaret vuelve a la tierra- no lo va a hacer- salvo que como hombre sea capaz de tropezar en la misma piedra dos veces. Ya lo tenemos entre nosotros. ¿Volverá a ser condenado a muerte?
Como ya me hallo en la etapa otoñal de mi vida, me vas a permitir, querido lector, que sea yo quien trace el itinerario del viaje. Por las páginas del libro desfilan diversos personajes. ¿Quién o quienes de ellos lo condenarán a muerte? Tú, ¿quién crees que será?
- ¿Juan, el labriego, el representante del mundo trabajador?
- ¿Sofía, filósofa del tiempo, o sea, los intelectuales?
- ¿Anacleto, ateo, gracias a Dios?
- ¿Los jóvenes María Jesús y Bernardo que viven en pareja?
- ¿Lucía, madre soltera?
- ¿María Magdalena, divorciada, y/o Teótimo, célibe a la fuerza?
- ¿Martín, ciudadano del mundo. Luterano?1Nota preliminar ................................................................. 11 Prólogo ............................................................................... 13 Aquí duerme un hombre feliz............................................ 15 El presente, ahora, ya es pasado. Vive cada momento ........................................................... 37 Aquí descansa un ateo, gracias a Dios (I) ......................... 57 Aquí descansa un ateo, gracias a Dios (II) ........................ 75 Un proyecto de vida, truncado ........................................ 107 Lucía, madre soltera, descansa en paz ............................. 139 María Magdalena, la pecadora amorosa ......................... 159 Aquí descansa Martín. Ciudadano del mundo. Luterano ............................................................. 181 No está aquí, ha resucitado (Lc 24, 6) ........................ 211 Pero se acerca la hora, o mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto auténtico darán culto al padre con espíritu y verdad... (Jn 4, 23) ..................... 241 Epílogo. Adiós Vaticano, adiós