Su riqueza en ácido oleico, combinada con su contenido de vitamina E y compuestos fenólicos de marcado efecto antioxidante lo convierten en un verdadero aliado de la salud cardiovascular.
También previene el envejecimiento celular, mejora las funciones cognitivas, protege contra el cáncer y favorece la salud ósea y la digestión.
Actualmente, además, disponemos de una gran variedad de aceites que no sólo se diferencian por su aporte nutricional sino también por su sabor, aroma y posibilidades de uso.
De girasol, de soja, de sésamo... descubre todas sus particularidades y cómo podemos utilizarlos en la cocina.