\"Briscous (Beskoitze), era un pueblo tranquilo y feliz, hasta el día en que llegaron los alemanes...\"
Un fusil comprado por veinte canicas, pero ¿cuántas canicas puede valer una guerra? Esta es la pregunta que se hace un niño refugiado que, escapando de la guerra civil, vive la segunda Guerra Mundial en un bello lugar del País Vasco francés, donde las estrellas inundaban el cielo cada noche. Es, en suma, la historia de un niño de la guerra, una historia que cualquier otro niño de entonces podría contar.