Los personajes de estos relatos creen hallarse en el umbral de una nueva era, pero, al final, no les queda otra opción que aferrarse a cuanto el pasado les ha legado. Los diálogos son vivos, pero los presentes cuentos no pretenden precisar la realidad. Por el contrario, en ellos se exploran los matices y atajos ocultos en los intersticios de la realidad. En definitiva, los personajes cobran en estos relatos más importancia que lo que les sucede