1874, año fecundo de acontecimientos. La muerte de Juan Moreira, la
primera República Española, el nacimiento de Wiston Churchill y una Argentina
nuevamente envuelta en guerras entre viejos amigos y nuevos enemigos. La
revolución de 1874 tuvo algunas características que la hicieron única en la
historia de nuestro país. Fue el primer enfrentamiento entre tropas formadas
por antiguos camaradas, que habían compartido la gesta del Paraguay y los
combates contra la montonera y la indiada. Todos se conocían y eran
inevitables los encuentros previos al combate entre viejos amigos, ahora
enfrentados. Sin embargo, la saña con los vencidos no condijo con esos
afectos. La amenaza de fusilamientos, los castigos innecesarios y vejámenes
casi patibularios eran el triste destino de los derrotados.
Desde el punto de vista político fue un nuevo enfrentamiento entre dos formas
de ver al país. El continuismo oligárquico que imponía su proyecto nacional,
contra una perspectiva democrática encabezada por la juventud universitaria,
que empujó a Mitre a esta aventura revolucionara. La desorganización y el
exagerado optimismo de algunos condujeron al revés de esta causa, cuya derrota
de un modo u otro, repercute hasta nuestros días.
Las políticas de conciliación nacional iniciadas en el ?77, las nuevas
alianzas y la revolución del ?80 borraron el recuerdo de estos reveces, cuando
un cadete (como le decían a Arias) derrota a un general en jefe, y un futuro
presidente vence a su superior mediante ardides reñidos con las artes
ortodoxas de la guerra, aunque tan antiguas como el célebre caballo de Troya.
Así Roca, con trucos de indio, derrota a su compadre Arredondo.
El general Mitre, con los años, no sólo se convirtió en el árbitro indiscutido
de la política nacional, sino en el fundador de la historiografía argentina.
Sus seguidores se encargarían de echar un piadoso manto de olvido sobre su
fallida participación en esta revuelta.
Este libro desarrolla todos los episodios y vericuetos histórico-político-
militares que llevaron a esta gesta de 1874 a ser la Revolución olvidada.