Una guía indispensable, la mejor herramienta para encontrar el camino a
la discoteca de tango ideal.
No es fácil comprar un disco de tango. No porque no haya; más bien todo lo contrario: hay demasiados. La oferta es múltiple, pero también tramposa. Y puede derivar en una experiencia frustrante si al llegar a casa y poner el disco (ese gran momento para todo melómano) no aparece lo que estábamos buscando, o la calidad del registro es peor que una radio AM, o estaba la canción deseada pero no el cantante.