¡Estudiad el Catecismo con pasión y constancia!
¡Dedicadle tiempo!
Estudiadlo en el silencio de vuestro cuarto, leedlo con un amigo, formad grupos de trabajo y redes, intercambiad opiniones en Internet.
Sí, tenéis que estar más profundamente enraizados en la fe que la generación de vuestros padres.