Argumento de Yo Soy Podólogo y Otras Situaciones de Gran Complejidad y Tensión
¿Puede un restaurante ofrecer jamón, y melón, pero no melón con jamón? ¿Es más arriesgado perseguir al yeti que al abominable hombre de las nieves? ¿Por qué tienen los podólogos prohibido el acceso a todos los congresos, especialmente a los congresos de podólogos? Todas éstas son cuestiones que preocupan habitualmente y ocupan un lugar de honor entre las cosas que nos roban el sueño, haciendo que nos sintamos confusos y desvalidos frente al mundo moderno. Afortunadamente, hay alguien valiente que se ha atrevido a coger por los cuernos y ha buscado las respuestas. No son respuestas fáciles. No son respuestas cómodas. Muchas ni siquiera son respuestas, sino preguntas reformuladas al dorso de tickets de aparcamiento, pero al menos son cortas y susceptibles de despacharse pronto, que es lo mejor que se puede decir de algo que no sabes por dónde va a venirte. Y si son cortas es porque vienen en formato sketch. Esto, signifique lo que signifique, es algo positivo que siempre hemos de agradecer. Así pues, ¿qué es un sketch? ¿Por qué admite la academia palabras tan feas? Y sobre todo, ¿Por qué pagar por un libro de sketches pudiendo verlos gratis en la tele? Dicho de otro modo, ¿no podía este señor escribir novela de época o libros de poesía, como todo el mundo? Pero una vez el libro en la calle y el talón en la guantera, no hay más remedio que mirarlo por el lado positivo. Lo bueno de un sketch es que se acaba en seguida, con lo que siempre podemos volver a lo que estábamos sin grave merma de nuestro tiempo, en el caso de que el autor no haya sabido tocar nuestra fibra risueña, nuestra vena jocosa, nuestro animus iucundum -con perdón- con su pretendida escena cómica. Nosotros nunca lo sabremos porque evitamos leer lo que publicamos para que no nos encabrone nuestro empleo, pero hemos visto un índice repleto de títulos de lo más variado, lo que nos anima a pensar que, habiendo tantos, serán breves por fuerza, incluso que ha...0