El Evangelio de Jesús, más que una doctrina o una exigencia moral, es el anuncio de una gran alegría. La palabra dicha, bienaventuranza, está siempre en su boca. Él ofrece una seguridad, una fuerza y una esperanza capaces de superar todo desaliento. Él comunica un amor capaz de superar toda tristeza. Solo el amor es digno de fe. No encontrarás un camino acertado para llegar al Punto Omega si no está abierto y trabajado por el amor. Solo desde el amor y en el amor podemos esperar la plenitud, la libertad auténtica, lafelicidad tan anhelada. Este es el tema elegido por el autor para este tiempo litúrgico, que sirve a las comunidades cristianas como punto de partida para reflexionar los textos bíblicos de los domingos y otros días de respeto.