Pascal Boyer pone a nuestro alcance los descubrimientos más recientes de la psicología cognocitiva, la antropología, la lingüistica y la biología evolutiva para explicar que las creencias religiosas y los comportamientos religiosos no son un misterio insondable, tienen una explicación: todo se debe a la manera como funciona nuestro cerebro. Como resultado de la evolución, nuestro cerebro tiene la capacidad para adquirir cierto tipo de ideas religiosas, en especial con la muerte, la moral y los ritos. La fuerza de estas ideas es tal que lleva a los hombres a entregarse a ellas y, en casos extremos, a la intolerancia y el fanatismo.