Tener un joven en casa no debería ser un camino de obstáculos sino la ocasión ideal para educar y construir a alguien que sin llegar a ser un adulto, ya ha dejado de ser un niño. La falta de entendimiento y las distintas formas de ver la realidad deberían convertirse en oportunidades de enriquecimiento mutuo tanto para padres como para hijos.
La autora, psicóloga del programa «Hermano Mayor», nos ofrece una mirada comprensiva y objetiva sobre la relación entre padres y jóvenes y nos plantea cómo debemos abordar los problemas más habituales que surgen en la convivencia familiar. Nos da las claves para mejorar la educación de nuestros hijos y nos recuerda que una relación familiar sana y armoniosa debe basarse en la firmeza de criterios, pero también en el cariño y el afecto.