Violeta, una joven ilustradora, ha llegado a un callejón sin salida: su vida de pareja se ha ido marchitando como una flor sin agua y ya no tiene fuerzas para salvarla. Para airearse y aclarar sus ideas, acepta una insólita invitación: pasar unos días en una casa rural castellana con unos antiguos compañeros de escuela a los que no ve desde hace más de diez años. Además de completar allí el encargo de unas acuarelas de flores, la protagonista de esa tierna historia se verá enfrentada a los fantasmas de su pasado. Entre ellos destaca Mario, un amor de infancia que cobra más fuerza cada día que comparten en la casa. Bajo una lluvia constante, que hará germinar en ellos un sentimiento largamente dormido, Violeta deberá decidir si escucha lo que le dicta su corazón o retoma su vida en el punto de partida de aquel viaje.