«¿Quién es ese loco vestido como un espantapájaros, que va por los campos con un atillo de telas bajo el brazo, y una bolsa llena de lápices y pinceles?», se preguntaba la gente. Aquel pintor era Vincent Van Gogh. Vincent tenía una única y verdadera maestra: la Naturaleza, que le instruía sobre las luces, las sombras, las formas y los colores. Tenía un único admirador: su hermano Theo. Hoy, ese loco es uno de los pintores más famosos del mundo.