Para hablar de el Padre de Guatemala, un singular santo peregrino nacido en 1775 y cuya vida bordea tanto lo histórico como lo maravilloso, el autor ha escrito una biografía novelada ocupando un lenguaje fresco y popular: Había venido de Guatemala y llegó al Perú casi muerto. En el Callao lo atendió una negra gorda y buena que se arrimaba a él para calentarlo. Estuvo varias semanas con unas tercianas y tembladeras extrañas. La negra le daba de comer papillas que Fray Ramón, con frecuencia, vomitaba. Pero aun así lo mantuvo vivo hasta que reaccionó, por milagro, como siempre.