Este libro muestra la controversia sobre el sujeto en cuanto principio central de la cultura filosófica en la modernidad, visto en su génesis, en la diversidad y amplitud de sus perspectivas y a través de la crítica de sus detractores. Su ambición declarada es mostrar el rendimiento de este ya viejo concepto, para lo cual el autor combina el enfoque histórico con el sistemático, sin rehuir nunca la discusión de los problemas filosóficos de fondo que lo envuelven. Dos motivos prestan aliento al debate: por un lado, la pretensión de superar el sentido idealista que inspiró la constitución y el desarrollo histórico del gran paradigma, y, por otro, la reivindicación del sentido crítico de la razón, sobre todo en su versión dialéctica, frente al predominio cultural que hoy, siguiendo la estela de Nietzsche y Heidegger, buscan las concepciones orientadas en contra de la tradición ilustrada.