Una novela sórdida pero también poética que cuenta la historia de un grupo de rock y de las relaciones interpersonales de sus componentes desde el punto de vista de una groupie que acaba formando parte de la banda. Una historia de amor de la protagonista con el líder del grupo, donde juegan un papel importante la música, las drogas, el sexo, la prostitución y unos personajes que viven al límite y abocados al precipicio.
«Peter cantaba y tocaba y dirigía a su grupo como quien dirige un ejército, y cada canción era un asalto al palacio, cada canción era un estallido de furia, cada canción era un grito de una multitud frenética, terrible, invencible, y eso todos lo notábamos, todo el público estaba como loco, todos nos sentíamos capaces de salir de allí y hacer cualquier cosa».