Asesinos, testigos, cómplices y víctimas toman la palabra en los catorce relatos que conforman "Vasos sucios en la madrugada". La fina línea que separa la vida de la muerte, el azar, un torbellino de sentimientos cruzados y desenlaces sorprendentes se abren paso en unas narraciones donde Patricia Highsmith se toma una copa con Jim Thompson y Raymond Carver comparte barra con Boris Vian o Hanesh Kureshi, mientras todos contemplan un polar de Jean-Pierre Melville o Henri-Georges Clouzot. Relatos crudos y sin concesiones. Como la vida misma.