Eso lo sabe muy bien Phoebe Swift, que a los 33 años renuncia a su lugar de trabajo en la prestigiosa galería de arte Sotheby's para abrir una tienda de ropa y accesorios de otros tiempos en un suburbio de Londres.
Rodeada de exquisitas piezas, Phoebe se prepara para comenzar de nuevo, mostrando a las jóvenes de hoy la hermosura de esas prendas tan femeninas. Corre la voz por el barrio, las mujeres poco a poco van acercándose a la tienda, y al salir del probador y mirarse al espejo, descubren algo nuevo de sí mismas.
Un día Phoebe visita a Thérèse, una anciana francesa que desea vender toda su fabulosa colección de vestidos, a excepción de una prenda: un abrigo de niña azul. Las dos traban amistad y finalmente Thérèse, gravemente enferma, decide revelar a Phoebe la historia del abrigo, que la lleva a recordar los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando ella era una niña y vivía en Avignon.
Entre vestidos espléndidos, cálidos gestos de amistad y tragedias imposibles de olvidar, discurre esta hermosa novela, que cosiendo retales del pasado da un nuevo valor a nuestro presente.