Un gran mago tropieza con un ladrón que resulta tener poderos mágicos.
Un ladrón tiene mucho de mago. Yo soy rápido con las manos. Y puedo hacer desaparecer cosas.
Pero un día se me ocurrió robarle al mago su locus magicalicus y el que estuvo a punto de desaparecer para siempre fui yo.