Xander Pascalis reconocía una buena oportunidad en cuanto la veía y Helen lo era sin duda alguna... incluso por cincuenta millones de libras.
Pero en la noche de bodas, ella se negó a dormir con él acusándolo de mujeriego y mentiroso.
Unos meses después, Xander decidió que había llegado el momento de convertirse en verdaderos esposos y cumplir los votos matrimoniales... empezando por el dormitorio.