Por primera vez, su melena rubia no le bastaba para seducir a un hombre... Kenna Mallory había decidido abandonar una serie de trabajos en los que no había podido desarrollar todo su potencial y unirse al negocio familiar. Quería demostrar que tenía lo necesario para convertirse en vicepresidenta del nuevo hotel Mallory. Bueno, quizá tuviera más melena y más escote de lo necesario, pero seguro que todo eso iba a resultarle muy útil con el otro vicepresidente, Weston Roth. Pero se equivocaba. Wes era muy sexy, pero con él no funcionaban sus encantos de rubia, así que había llegado el momento de cambiar de táctica...