Estamos ante una palabra llena de celo, de confianza y de ánimo para el momento que estamos viviendo; una palabra aceptada desde la comunión y vivida en la radicalidad del amor, tal como se aprende del mismo Jesús y es expuesta por el cardenal de Barcelona con tanta claridad semana tras semana ; Del prólogo de Sebastià Taltavull, obispo auxiliar de Barcelona