Henry James - Madame de Maisonrouge, aloja en su casa parisina, en la que vive junto a sus dos hijas y un sobrino, a extrajeros, como si fuera una especie de casa de huéspedes, pero con el señuelo de que allí aprenderán a desenvolverse en francés y practicarán el idioma. Cuatro pensionistas norteamericanos, dos ingleses y un alemán, ocupan en ese momento el domicilio de la familia francesa.