Dani Karlinski no podía evitarlo; como buena abogada de Chicago, sólo creía en los hechos, no en las maldiciones de su excéntrica abuela. Pero resultaba que alguien había demandado a su abuela asegurando que su maldición se había cumplido y le había arruinado el negocio. Afortunadamente el amigo de Dani, el investigador Travis Walker, iba a ayudarla.
Al principio lo único que había entre ellos eran los negocios, pero pronto Dani se encontró cautivada por el buen humor y el atractivo de Travis. Y aunque él sentía lo mismo, Dani estaba a punto de trasladarse a Nueva York a proseguir con su carrera...