Las Navidades anteriores, Marcie Sullivan se había despedido para siempre de su marido. Un año después, había ido a buscar al hombre que salvó la vida de Bobby y le concedió tres años más para amarlo.
Hacía cuatro años, el marine Ian Buchanan arrastró el cuerpo malherido de su compañero Bobby hasta el hospital de campaña en Faluya. Luego, desapareció en cuanto su batallón volvió a su país.
Marcie siguió el rastro de Ian hasta el pueblo de Virgin River, y se encontró con un hombre tan herido por dentro como Bobby lo estuvo por fuera. Sin embargo, a medida que Marcie iba conociéndolo, también iba descubriendo un alma dulce y atormentada detrás de una superficie huraña.
Ian no sabía qué hacer con esa viuda joven y decidida que lo obligaba a mirar hacia un pasado doloroso y, lo que era peor, hacia un futuro incierto. Sin embargo, quizá fuera ya el momento de ahuyentar a los fantasmas y abrir el corazón.