Kelly llevaba cinco largos años alejada de su hijo, el heredero al trono de Alp de Ciel, de quien la habían separado. Ahora que su ex marido había muerto, podría recuperar al pequeño Matty.El príncipe regente Rafael de Boutaine quería que madre e hijo volvieran a estar juntos, pero para ello Kelly tendría que volver a formar parte de la familia real. Kelly estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por su hijo y decidió regresar a palacio. Allí no tardó en darse cuenta de que estaba enamorándose del príncipe y supo que corría peligro de hacer algo que jamás habría imaginado: convertirse en una verdadera esposa de la realeza.