Jamás habría esperado heredar el amor... En su testamento, la tía Adelaine le había dejado a Addie Tyler todas sus propiedades, incluyendo un enorme castillo y a su actual ocupante, el testarudo abogado Spenser Reed. La única condición que le imponía era que debía casarse antes de un año.... Addy no estaba dispuesta a dejarse presionar para casarse como si fuera una doncella del siglo diecinueve. Pero antes de que pudiera darse cuenta, se encontró en el altar aceptando como esposo a Spenser, el hombre más guapo y sexy que había visto en su vida. Se suponía que aquél era un matrimonio temporal y de conveniencia... pero las cosas fueron cambiando.