La sencilla Emma Stephenson no era una secretaria despampanante, pero para Luca D Amato, mujeriego empedernido, conquistarla se convierte en su juego preferido. La sensata Emma creía que lo único que iban a compartir era el despacho? ¡no la cama! Pero pronto se da cuenta de lo que significa realmente ser la secretaria de Luca.