Jordan Crenshaw pensaba que su vida era perfecta. Como propietario de un próspero rancho en Texas y a punto de casarse, lo tenía todo en orden. De modo que, cuando la guapísima neoyorquina Janeen White tuvo que alojarse en su rancho durante unos días, se convenció de que la sorprendente atracción que sentía por ella no tendría consecuencia alguna. Hasta que, de repente, su prometida rompió el compromiso y se encontró soltero otra vez. Ahora todas las apuestas estaban abiertas.