Fray Cadfael da sepultura a unos rebeldes que el rey había condenado a muerte. Ejecutaron a noventa y cuatro desdichados, pero el recuento suma noventa y cinco cadáveres...
Agosto de 1138. Son tiempos de confusión y desorden. Inglaterra está sumida en la anarquía y la brutalidad mientras el rey Esteban y la emperatriz Matilde se enfrentan por el trono. Familias y amigos quedan divididos por la contienda, y se emprenden acciones oscuras en nombre de un bando u otro.
Tras la caída del castillo de Shrewsbury, fray Cadfael es llamado para dar cristiana sepultura a los noventa y cuatro soldados rebeldes ejecutados por orden del rey. Pero cuando hace el recuento encuentra un cadáver de más... que le pone sobre la pista de un asesino tan cruel como escurridizo.