Sin darse cuenta, fray Cadfael se convierte en la mano ejecutora de un asesinato.
El hospedaje de Gervasio Bonel y su esposa, Riquilda, interrumpe la apacible existencia de fray Cadfael en la abadía benedictina de Shrewsbury. El monje detective se obstina en esclarecer la muerte del señor de la mansión de Mallilie, envenenado con una mixtura preparada con raíz de acónito por el propio Cadfael.
Su situación se vuelve más comprometida cuando la viuda resulta ser su amor de juventud. Pero será ella quien le dará la clave para desvelar una compleja trama de intrigas familiares.