El corsario muladí mediterráneo entra dentro de la categoría de los mitos clásicos modernos de ascenso social, sin duda, y entre esos corsarios el calabrés Uchalí, como le llama Cervantes, destaca con luz propia, hasta parangonarse con sus contemporáneos Juan de Austria o Francis Drake, dos de esos capitanes del mar como él y con los que llegó a relacionarse.
De joven esclavo galeote, Uchalí (1518-1587), por su esfuerzo, valor y fortuna, llegó a convertirse en uno de los hombres más influyentes de su época tanto en asuntos militares como en la construcción naval, en el control del comercio del trigo o en el tráfico de mano de obra y en el mundo financiero del momento. Un mito de la irrupción, en fin, del hombre económico moderno.
Esta biografía quiere ser también una antología, lo más amplia y rica posible, de aquellos relatos de la frontera sobre el personaje; una verdadera «literatura de avisos», de los que emerge la figura del calabrés de nación y turco de profesión con toda su potencia de mito afortunado y maquiavélico reconocido así por sus propios contemporáneos. Pero también emerge en esa literatura en torno a Uchalí, ese mundo oriental que en el Romanticismo se convirtió en un mito exótico que impidió comprender en toda su potencia aquella realidad.