Tres meses de tortura en manos de las fuerzas militares mexicanas. Andrés Tzompaxtle Tecpile logró escapar de lo que él mismo describió como el máximo dolor humano. Esta es la historia desgarradora de un guerrillero que padeció la desaparición forzada, la impotencia, la injusticia, la humillación y el sufrimiento generado por un tormento imperecedero, quien eligió el camino de la lucha en un país que ignora las raíces sociales de la guerrilla -percibida como una amenaza para la paz social- y que reproduce un ciclo en el que no hay más opción que detener la violencia con violencia ante la represión y la impunidad.