El hipster está feliz con la vida que se inventó. Pero, en el umbral de la crisis de los treinta, su ominoso pasado regresa con la amenaza de destruir lo que construyó. Una hermosa psicópata, un ladrón redimido, un secuestrador de mascotas y un viejo cómplice de fechorías le recordarán que él es justamente lo que hace: un personaje de marketing. Sal Thomson entiende que no le resulte indiferente al mundo. Es un tipo original, creativo y progresista; posee un estilo único y gustos fuera de serie. Colecciona elepés y objetos vintage; aprecia la gracia del mezcal, así como la elegancia de las cervezas artesanales. Vegetariano y creyente del poder del yoga, es también un férreo defensor de la bicicleta, la naturaleza. Está verdaderamente comprometido con su realidad social: es un ciudadano activista. Sin duda, Thomson es todo un personaje. Poderoso y reconocido publicista, estrella de Twitter, está en el mejor momento de su vida: tiene plena libertad amorosa, lanza grandes campañas de publicidad y disfruta de la vibrante vida underground; viaja constantemente a las ciudades más vanguardistas, participa en los movimientos políticos de su generación y, con su cámara Leica, se adueña de los rincones más asombrosos de la ciudad donde habita.