Lástima de amistad: la de Emma y Josh se rompió el día en el que él la malinterpretó e intentó besarla. Se ven, son vecinos, pero guardan las distancias. A pesar de lo cual, un día Josh llama a la puerta de Emma: American Online regala cien horas gratis, y en su casa no le dejan aprovechar la oferta, dicen que es una pérdida de tiempo y que en los chats hay mucho pervertido. Tal vez ella pueda disfrutarla.
Pero la conexión no es como había supuesto. Cuando quiere revisar su correo, accede a algo llamado Facebook y se topa con una Emma 15 años mayor, casada, con hijos, infeliz. ¡¿Una broma de mal gusto?! Demasiado sofisticada.
Porque esa Emma futura sigue siendo amiga de Josh, que también está casado, hecho todo un padrazo. Emma acepta pronto que eso que ocurre, por inexplicable que se le antoje, sucede de verdad: está viajando al mañana, una experiencia menos grandiosa de lo que tal vez imaginó pero no por ello menos real. Su ordenador ha abierto una ventana que le permite asomarse a su futuro. Un futuro de lo
más mediocre, cabe añadir. ¿Se podrá cambiar?
Ella lo va a intentar con todas sus fuerzas. Tantas, que apenas le quedan para darse cuenta de que aquel al que de verdad quiere está a su vera.