Los datos facilitados sobre Pilar y Antonio Villalonga, la memoria de la familia, los recuerdos y objetos conservados, las aportaciones de amigos y allegados, algunos indicios que sugieren ciertas líneas documentales, las insinuaciones y silencios, permiten construir un relato sobre la peripecia de la familia Villalonga durante 1935 y 1936. Esta novela intenta descifrar alguna de las claves que explican los avatares padecidos en aquellos días difíciles.
El lector se va a enfrentar con distintos personajes a lo largo de la historia narrada. Muy pocos son ficticios. Muchos se corresponden con personajes reales. Algunos –hoy fallecidos– tuvieron relación directa con el propio autor.
Los protagonistas de la novela se mueven por Valencia, por algunas zonas rurales –L’Alcaltén y la Vall d’Albaida– y por la ciudad, en torno a la calle de Trinitarios, en un viejo barrio burgués donde todos se conocen y donde las puertas de las casas suelen permanecer abiertas a un vecindario que ha convivido en paz por generaciones.
El contexto histórico, –años de revolución y de penas– se revela al lector a través de la propia trama. La vida cotidiana, envuelta en detalles familiares, descubre el desgarro social vivido durante el periodo que desembocará en la Guerra Civil.
TRINITARIOS, 13 es un homenaje a los miembros de aquella familia que perdonó y olvidó.
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