Argumento de Trilogía del Infinito
Si tuviéramos que establecer una línea argumental clásica, estaríamos hablando de la historia de una mujer que, de la mano de las poetas Emily Dickinson y Sylvia Plath, o el caníbal y escritor Issei Sagawa, desea matarse y matar desde su nacimiento; y libera sus tendencias homicidas, sus auténticos deseos, en la ficción. Así, toda su angustia procede del dilema que se establece entre la palabra y la acción, es decir, entre la poesía y la vida. Porque ¿cómo transformar la violencia real en poética para ponernos en contacto con nuestra verdadera naturaleza? Para Angélica Liddell, sólo se puede crear al ser humano destruyéndolo, es decir, quebrantando la ley, y esto se puede hacer, según la autora, mediante la «supermoral» de la poesía.1