Hace cinco años un gato callejero fue recogido por Satoru después de ser atropellado por un coche. El joven le llamó Nana, que significa siete, porque su cola doblada le recuerda a la forma del número, que en Japón es considerada un símbolo de felicidad. Pero, a su pesar, ahora Satoru no podrá cuidar más tiempo de Nana y necesita encontrarle un nuevo dueño. Partirán juntos en su camioneta con la intención de visitar a aquellos amigos que quizá puedan hacerse cargo de su mascota.
El gato Nana será el sorprendente e irónico narrador de una historia donde lo que importa no son tanto las relaciones familiares, sino esos lazos emocionales que se forjan gracias a nuestra valentía y nuestros esfuerzos para comprometernos con quien consideramos amigo... Nana nos mira, nos acompaña, y desde su mundo gatuno nos cuenta mucho de nuestra deliciosa imperfección humana.