Casada por un momento?
Sean King se había metido en un buen lío. A pesar del idílico paisaje y su exquisita novia de conveniencia, su matrimonio con Melinda Stanford debería ser solo un acuerdo por el que los dos se beneficiarían. Lo único que tenía que hacer era casarse con la nieta de Walter Stanford? y no tocar a su nueva y guapísima esposa. Melinda había impuesto las reglas, pero de repente su matrimonio le parecía demasiado práctico. ¿Era el calor del Caribe lo que hacía que ardiese de deseo por su flamante esposo o había decidido que el acuerdo temporal se convirtiera en uno permanente?