Detrás de los diferentes tipos de alopecia, hay siempre una alteración general de la salud que debe corregirse. Por eso la caída del cabello debe ser tratada por un profesional de la medicina y no exclusivamente por el esteticista o el peluquero, pero para ello se requiere realizar tanto pruebas locales (análisis del pelo), como generales, entre las posibles alteraciones genéticas en el tallo y bulbo piloso. Posteriorme habrá que descartar las infecciones bucales o generales, los tumores, traumatismos o desgarros locales, así como analizar la posibilidad de una dermatosis. Del mismo modo, cualquier enfermedad sistémica puede provocar una caída espectacular del cabello y deberá ser tratada en primer lugar. Localmente la caspa, seborrea, hongos o tiñas, deberán tener el tratamiento adecuado, lo mismo que el buen estado nutricional de la persona. En este libro se estudian todas las alteraciones y se aportan los recursos que la medicina natural puede proporcionar.