Con frecuencia, las investigaciones de carácter histórico requieren de la traducción para acceder a textos antiguos como bases documentales para historiadores. A su vez, la variedad de textos considerados antiguos o históricos es muy amplia, al igual que las dificultades _terminológicas, de documentación, de accesibilidad y calidad de los documentos, etc._ a las que se enfrentan sus traductores. En este sentido, las distintas aportaciones que conforman este libro ofrecen, por un lado, la visión del historiador que frecuentemente ha de recurrir al traductor para acceder a las fuentes, la de los traductores de este tipo de textos o la de investigadores que han centrado su trabajo en alguno de los aspectos de esta rama de la Traducción: estudios sobre traducciones-calificaciones realizadas para la Inquisición española; alcance y límites de la documentación histórica para traducir literatura de viajes; problemas a la hora de traducir documentos desclasificados alemanes de la Segunda Guerra Mundial, etc. Como botón de muestra de este tipo de traducción especializada incluimos en el presente volumen un ejemplo de traducción, concretamente de informes consulares británicos sobre Canarias, aderezado con un estudio de los problemas de su traducción. Nuestro objetivo es ilustrar los laberintos en los que se adentra un traductor cuando traduce documentos antiguos, pues, aparte de la distancia geográfica intrínseca a la traducción, la distancia temporal entre el texto original y el texto meta aleja hasta límites insospechados al autor original del lector historiador.