Argumento de Tolstoi, Un Cuento de Hadas
No sé a vosotros, pero a mí, desde que soy lo suficientemente mayor para haberme dado cuenta de que hay personas que duermen en
la calle, se me hace raro. Aquí hay algo que falla, ¿no? Con todas esasoficinas que hay en la ciudad, iluminadas como platós de cine y que por la noche se quedan vacías. Con todas esas casas de campo que, diez meses al año, no albergan más que a un puñado de ratones y unas cuantas arañas.
Si pienso en eso, se me hace raro. Si pienso en eso, es porque nosotros también tenemos una, una de esas casas. Se llama La Tejería.1